Nuevas Fronteras - Parte III
Hay cosas tan obvias que no necesitan mucho pensamiento para tomar una decisión; pero mientras te encuentras en medio del bosque no eres capaz de ver que también hay desiertos y océanos. Siempre hay que cambiar de perspectivas para saber si uno está en el camino correcto.
La decisión de no regresar más ya estaba tomada en mi cabeza, así que pase un mes solo visitando ese lugar para no arrepentirme de mi decisión. Las noches nunca cambiaron, y los días comenzaban a ponerse igual que las noches. Eso es una señal que ese lugar no es y nunca será para mí.
El día llegó, jamás volví a caminar hacia aquellos días pasados y pareciera que ese lugar hizo un pacto con la naturaleza porque los climas que comencé a sentir fuera de ese lugar fueron idénticos a los momentos más añorados que pase. Y por si fuera poco, el guardia me llegó a buscar prometiéndome lo que nunca hizo en todo este largo tiempo: buscar hechizos para deshacer la maldición.
Las cosas no son iguales una vez que has decidido irte. Aquella ilusión, confianza y la buena voluntad que uno tiene cuando comienza un odisea no vuelve a ser igual después que tus expectativas han sido derrumbadas y elevadas muchas veces.
El día de mi nueva determinación marcó y definió las 2 caras de mi personalidad. No seré el mismo que conocieron hace 100 años, pero creo que soy un poco mejor que antes. Este viaje dejó muchas marcas en mi vida y sobre todo a aquellos que estuvieron muy pendientes.
Es el momento de encontrar la verdadera respuesta.
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