adicción a la fantasía
a veces la realidad no es lo que esperamos
la vida no suele recompensar
nuestros buenos deseos
y la verdad nos desolla el alma
el dolor de tener que aceptar lo que vivimos
el dolor de tener que conformarte con lo que tienes
nos hace buscar una alternativa para soportar
el peso de nuestras carencias
cualquier cosa que nos prometa el paraíso
se convierte en la esperanza
de que nuestra vida tiene un propósito
y la fantasía se apodera de nuestra mente
día y noche nos sentimos recompensados
por haber encontrado una solución
a la triste vida que llevamos
aunque nuestros sentidos no puedan palparla
...
pero cuando contrastamos aquella luz repentina
con la verdad
sabemos que el brillo no alcanza a iluminar
la complejidad de nuestra vida
y por miedo a volver a sentir la debilidad
no somos capaces de enfrentar
la ilusión con la verdad
y nace una adicción a la fantasía
la vida no suele recompensar
nuestros buenos deseos
y la verdad nos desolla el alma
el dolor de tener que aceptar lo que vivimos
el dolor de tener que conformarte con lo que tienes
nos hace buscar una alternativa para soportar
el peso de nuestras carencias
cualquier cosa que nos prometa el paraíso
se convierte en la esperanza
de que nuestra vida tiene un propósito
y la fantasía se apodera de nuestra mente
día y noche nos sentimos recompensados
por haber encontrado una solución
a la triste vida que llevamos
aunque nuestros sentidos no puedan palparla
...
pero cuando contrastamos aquella luz repentina
con la verdad
sabemos que el brillo no alcanza a iluminar
la complejidad de nuestra vida
y por miedo a volver a sentir la debilidad
no somos capaces de enfrentar
la ilusión con la verdad
y nace una adicción a la fantasía


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